Se sitúa en la parte sur del municipio y está constituido por dos barrios, cada uno de ellos con su propio templo. La Iglesia de San Juan Bautista es un compendio de estilos que une en un mismo espacio arquitectónico el románico, el gótico cisterciense, el renacentista y el barroco. Tiene una nave central, de mayor anchura que la lateral, en la que se refleja la transición del románico al gótico.

En el interior, sobresale la belleza de las bóvedas de crucería estrelladas y el magnífico púlpito de piedra labrado con rombos y de pie rectangular con molduras. Además, el edificio presenta ábside cilíndrico -de tipo cisterciense-, de planta semicircular, con un ventanal cegado, capiteles historiados y alero moldurado. La portada es románica, con arcos apuntados y tres arquivoltas lisas, fustes y capiteles con motivos vegetales. En cuanto al pórtico, presenta contrafuertes y bóveda de crucería estrellada. Hay una segunda portada, que se encuentra cegada. La torre es del siglo XIV, con espadaña.

En cuanto a la Iglesia de Santa María, también es una armoniosa combinación de estilos que van del gótico, al renacentista y el barroco. Presenta una única nave con capillas laterales y ábside poligonal con dos ventanales renacentistas y canes lisos. Al exterior, luce una portada renacentista con columnas estriadas y arco de medio punto, rosetón gótico y espadaña barroca con torre adosada. En el interior pueden contemplarse las elegantes bóvedas estrelladas y las columnas cilíndricas.

Además, en el patrimonio de la localidad destacan las dos Fuentes románicas, ambas compuestas por una pequeña caseta de piedra, con cubierta a dos aguas, arco de medio punto e intradós con bóveda de medio cañón.